Idilio y desgracia en la Copa de Europa

Entre todos los rivales del Atlético en esta Champions League suman 23 Copas de Europa. Entre todos los del Real Madrid suman CERO. 

MisterChip (Alexis) - @2010MisterChip

El idilio del Real Madrid con la Copa de Europa es sempiterno. El club madridista suma 11 trofeos continentales y solo tres finales perdidas de catorce. Los vencedores son los que escriben la historia y los relatos del conjunto merengue se convierten en leyenda a través de las victorias en la Copa de Europa. El diario ideólogo de la competición en 1955 fue L'Equipe. Hoy el torneo está en manos de la UEFA pero uno de los intelectuales colectivos del deporte sigue siendo el periódico francés. Ayer en la portada apareció un entrenador galo de origen argelino manteado al cielo por sus pupilos. Una palabra: 'Grandiose'.

El fútbol no es cruel. El fútbol es maravilloso

Del segundo nadie se acuerda, expresó un Cholo Simeone apesadumbrado. El técnico argentino es un guerrero y sabe perfectamente que ha perdido sólo por dos pulgadas las dos batallas más importantes de su vida. En las tinieblas vio algo de luz: "El fútbol no es cruel. El fútbol es maravilloso", dijo a los periodistas. Sin embargo necesita reflexionar para sentir si puede cambiar el destino trágico del club colchonero. El Atlético de Madrid continúa con su mal fario y sus desgracias en el viejo continente. Ha perdido las tres finales que ha disputado en la Copa de Europa: una en el desempate y otra en la prórroga tras haberles empatado en el último minuto en los dos encuentros y la última en los penaltis.

La Apuesta Zidane

Desde que Zidane se hizo cargo del banquillo del Real Madrid sólo ha perdido dos encuentros. Contra el Atlético en Liga y ante el Wolfsburgo en cuartos de final. La derrota ante el Atlético a finales de febrero marca un antes y un después. Desde entonces deja de confiar en el juego de asociación de Isco y James y se decanta por el todoterreno Casemiro, más por conveniencia que por convicción. La apuesta no tarda en dar resultados. Goleada al Sevilla por cuatro goles y victoria en el Camp Nou. El Real Madrid encuentra su esquema de juego para salir veloz al contragolpe. Zidane ha sabido adaptarse cómo es él: con discreción y respeto. Cometió un error, dejar a Carvajal en el banquillo ante el Wolfsburgo y supo rectificar sin alborotos ni estridencias.

El Capitán

Sergio Ramos es el único futbolista del Real Madrid que ha tenido a Zidane como compañero de vestuario. Ramos tenía 19 años y llegaba como el primer fichaje español de Florentino Pérez en cinco años justo después de los fichajes frustrantes de centrales como Woodgate y Walter Samuel. Ahora es el capitán y emblema del club, ha absorbido todo el madridismo de Raúl y Casillas. Ramos siempre jugó de delantero de pequeño, sus sueños no eran defendiendo sino marcando goles. Se han hecho realidad contra el Atlético en finales de Champions. Su gol en Milán está ya en la memoria histórica de las finales como el de Lisboa.

El Pánico Escénico

El Atlético de Madrid no empezó  a jugar su partido hasta la segunda parte. El Cholo Simeone dispuso de muchos centrocampistas (Saúl, Augusto, Gabi y Koke) pero la superioridad sólo fue numérica y no tuvo el dominio en la zona medular. El Real Madrid posicionalmente gobernaba y tenía el partido donde quería. El gol de Sergio Ramos abrió el marcador y las hipótesis de Zidane se verificaban. Al Atlético de Madrid le cuesta generar fútbol a través del juego de combinación. Su estilo necesita elementos sorpresivos y se hace más previsible en la elaboración si tiene todo el peso del partido a cuestas. No había conexión con Fernando Torres, que terminó la primera parte sin dar un pase. El corazón del Atlético estaba debilitado y el de Gabi se le salía del pecho corriendo por todos. El Atlético era un papel mojado y Bale y Casemiro dominaban como un cuchillo y una piedra.

El Revulsivo

La entrada de Carrasco revolucionó el partido. El Atlético de Madrid había hecho dos regates en toda la primera parte, los mismos que hizo el jugador belga nada más salir al terreno de juego.  Griezmann mandó al travesaño un penalti al inicio de la segunda parte, un jarro de agua fría del que no supo reponerse el francés. La peligrosidad y el desequilibrio del Atlético de Madrid fueron obra de Carrasco, que además marcó merecidamente el gol del empate. El equipo del Cholo se hizo más profundo y vertical y el Real Madrid lo intentaba aprovechar al contragolpe pero todas las embestidas era detenidas por un colosal Oblak.

Morir de Pie

Todos llegaron a la prórroga consumidos por el cansancio y la presión. No se guardaron nada, se esforzaron hasta la extenuación y se dejaron la vida. Y así fueron cayendo poco a poco jugadores desplomados debido a los calambres. Todos menos Casemiro, que seguía robando balones. Zidane había hecho todos los cambios. Simeone tenía dos bazas para la prórroga pero no quiso hacer un all in y apostó para los últimos minutos por el músculo de Thomas y las ganas del canterano Lucas en defensa. Mientras en el Real Madrid no jugó James, el Atlético sólo tenía a Correa como posible revulsivo. Los colchoneros cobran por derechos de televisión 120 millones de euros menos y tuvieron que correr en el partido 12,5 kilómetros más para igualar la contienda. Al Cholo se le pasaron por la cabeza los fantasmas de la prórroga en la que fueron devorados hace dos años. Prefirió no arriesgar y acabó siendo un verdadero riesgo.

La Undécima

El Real Madrid se proclamó campeón de Europa en la tanda de penaltis. No tuvo que ganar a ningún grande del continente, al Bayern y al Barcelona los apeó el Atlético.  Tampoco tuvo que desplegar un fútbol espectacular, el Real Madrid es un equipo que no necesita jugar bien para matar por eso nunca se le debe de dar por muerto. Pep Guardiola especialista en derrotar al Real Madrid decía que ellos tienen 7 vidas y siempre vuelven aunque algo ande mal, es algo que sólo tienen ellos. Y por eso son el único equipo que tiene 11 Copas de Europa.