Abuso Infantil, entre cuatro paredes

En México, uno de cada cuatro niños será violentado sexualmente. Según datos obtenidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Durante los últimos tres años, México ocupa el primer lugar de abuso sexual infantil.

Aparte de los riesgos que conlleva para una mujer la mala atención médica que existe en el cuidado del embarazo, y los altos índices de mortalidad de los infantes al nacer, también se suma la preocupante cifra de abuso sexual, violencia física y homicidios de niños y niñas menores de 14 años. 

De 4.5 millones de niños y niñas que sufren abuso sexual, solamente el dos por ciento de los casos se conocen en el momento que se presenta el abuso. Los delitos sexuales representan una de las manifestaciones más perversas de la violencia contra las personas y están acompañadas de malas políticas de salud mental y jurídica. Analicemos las causas:

VIOLENCIA

México es uno de los países más propensos al suicidio infantil en el mundo. Estadísticas del INEGI indican que los menores representan el grupo de edad más vulnerable para el suicidio. Las causas: problemas familiares y escolares, depresión, ansiedad, daño neurológico en etapas tempranas, abuso sexual y el consumo de sustancias adictivas.

Durante la última década, las defunciones por suicidio en la población mexicana entre los cinco y 14 años de edad se incrementaron casi 150 por ciento: de 105 casos en el año 2000 a 250 casos en 2015. Generalmente el temor a ser violentados induce a los menores a buscar el camino equivocado. A pesar de existir alertas sumamente visibles, los padres no dan a sus hijos la atención necesaria, ya que, se sabe que el 80 por ciento de los jóvenes que planean suicidarse, lo dicen verbalmente días antes de lograr su cometido.

POBREZA Y HACINAMIENTO

El hacinamiento conlleva a problemas sociales como violaciones, maltrato familiar e incesto. Muchas familias que viven con menos de un salario mínimo diario, normalmente están condenadas a tener que vivir todos en una sola pieza, y en algunas ocasiones vivirá algún pariente que no es parte de la familia nuclear, lo que conlleva a violaciones en incluso relaciones entre primos, hermanos, tíos y demás familiares. 

En México el 50 por ciento de las familias vive en condiciones de pobreza y se estima que el 80 por ciento de los casos de abuso sexual infantil se comenten en casa, por un familiar. 

Cifras de la OCDE establecen que en México el 27 por ciento de los casos el agresor es el padre o figura paterna del menor, en 18 por ciento el abuelo, en 16 por ciento un tío o conocido, y en el 12 por ciento, el hermano mayor.

ADICCIONES

Es común que los menores que fueron violentados hayan sido descuidados en el día a día. Generalmente los progenitores de estos, tienden a ser víctimas de adicciones al alcohol o a las drogas y pierden el sentido de responsabilidad de sus hijos. En estudios psicológicos que se realizan a los agresores, también se revela que gran parte de los violadores realizan prácticas deshonestas a sus hijos o menores allegados, cuando se encuentran bajo el influjo de alguna droga.

NÚMEROS ROJOS

Según el informe elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en el periodo comprendido entre 2006 y 2008 se registraron en el país 23 mil homicidios de niños y niñas de cero a 17 años. La región noreste es la que presenta la tasa más alta de mortalidad por homicidio en menores de cuatro años; Chihuahua es el estado con la mayor incidencia de casos.

¿QUÉ HACEN NUESTRAS AUTORIDADES?

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala que México registra uno de los más bajos presupuestos para atender este mal social en el mundo, pues sólo uno por ciento de los recursos destinados a la infancia se dedica a la protección contra violencia, abuso y explotación de infantes y adolescentes.

En tanto, nuestras flamantes autoridades a través del Senado aprobaron por unanimidad, con 88 votos a favor, un decreto en el que el Congreso de la Unión declarará el 19 de noviembre de cada año como Día Nacional contra el Abuso Sexual Infantil.

Sin embargo, los legisladores no han difundido acciones de fondo que combatan el problema. ¿Cuál es el problema? La descomposición social de nuestro país ¿De qué sirve promover la denuncia? Tomando en cuenta que la mayoría de los niños y familiares no denuncian casos de abuso por temor al estigma e intolerancia social y principalmente por la desconfianza hacia las autoridades.

¿De qué sirve asignarle un día al año a recordar el problema?. Las marcas físicas y emocionales de las nuevas generaciones en México van acompañadas de la escalada en el influjo de las drogas, de la escasa preparación académica, de la fractura de familias y aumento de divorcios, de gobiernos corruptos, de un país donde impera la ley del más fuerte, del país número uno en impunidad? ¡Del país de "no pasa nada"!