Cristiano Ronaldo: Entre El Amor y El Odio
Al portugués solo le quieres o le odias, no hay un punto intermedio.
Sin lugar a dudas es uno de los mejores jugadores de la actualidad, discutiblemente de la historia. No es un jugador carismático pero mueve masas como pocos. Es fácil identificarse con su historia de autosuficiencia y de superación, de un chico humilde de padre alcohólico que empezó desde cero y al que no se le ha regalado nada para llegar a donde esta.
A Cristiano solo le quieres o le odias, no hay un punto intermedio. No se caracteriza por ser una persona sencilla o humilde. Dentro e inclusive fuera del campo, su imagen en ocasiones soberbia le crea conflictos que irónicamente le terminan beneficiando. No hay parpadeo del luso que pase desapercibido, y eso en términos económicos y publicitarios es oro puro.
Llegó al Real Madrid en el 2009, mismo año en el que Florentino Pérez vuelve a la presidencia del club blanco, y aunque el portugués no fue fichaje de Don Floren, éste ha sabido explotarlo al máximo, convirtiéndolo en un ícono del madridismo, lo que algunos madridistas de cuna terminan por rechazar.
Florentino sabe que de irse su estrella, millones de fans lo harían con él
No hay un jugador en el mundo que tenga una relación tan complicada con su afición. Por años, los verdaderos hinchas del club blanco le han tolerado sus desplantes y actitudes “chulescas” a cambio de que el de Madeira continúe marcando goles. Los “clientes” madridistas, muchos de ellos más fans de CR7 que del propio equipo merengue, pasan por alto las malas maneras de su goleador estrella, no importa que tanto fuego escupa al hablar o a quien se lleve por delante con sus declaraciones, siempre habrá alguien que le defienda a ultranza porque “dice las cosas como son”.
Y es cierto, Cris, como se refieren a el dentro del vestuario no se retrae al decir lo que piensa. Sin saberlo, el Real Madrid le ha otorgado más poder del que debería. A falta de títulos colectivos, se celebran los individuales, y esos son exclusivamente del portugués (balones de oro, botas de oro, pichichis, etc.). Cristiano Ronaldo se estampó casi sin querer la estafeta de líder de vestuario a pesar de no vestir la cinta de capitán en el brazo, antes de él la llevan Marcelo, Sergio Ramos y Pepe.
Y no es para menos, cualquiera de los tres capitanes tiene más experiencia como madridista, y más importante aún, más solvencia como líder de un grupo que el propio Cristiano, quien juega siempre un papel más individualista. El portugués lleva los goles del equipo, sus números son exorbitantes hasta llegar a convertirse en el goleador histórico del club, pero eso lejos de hacerlo un líder de vestuario lo ha convertido en líder de si mismo, y esto a los ahora pupilos de Zidane, les ha bastado para competir, pero solo eso.
En siete años de relación Real Madrid-Florentino-Cristiano solo se han ganado 2 títulos importantes, una liga local y una UEFA Champions League, comparado con la racha ganadora de su archirrival, el F.C. Barcelona, que ha ganado 8 títulos trascendentes (5 ligas locales y 3 Champions). La culpa no ha sido del jugador luso quien ha sido el mejor jugador del equipo en los últimos años -si bien la culpa nunca es de un solo jugador, siempre se le atribuye a aquel de quien se espera más- , sino de un cúmulo de circunstancias y malos manejos por parte del club y su actual presidente.
¿Irremplazable?, Tal Vez No
Como cualquier jugador, Cristiano, ahora con 31 años, ha tenido rachas de todo tipo, más buenas que malas hay que decirlo, pero desde el 2015 su rendimiento se ha venido a menos y aunque siempre responde con goles, su juego colectivo y el desequilibrio que implicaba su velocidad y desborde se han venido abajo, y es que con el venir de los años, CR7 ha tenido que reinventarse. Muchos coincidimos en que es un magnifico goleador, pero es tácticamente desordenado y no es un generador de juego, sobretodo cuando el entrenador de turno le da libertad de movimientos.
En mi opinión, futbolísticamente, no hay un jugador irremplazable, otro mas que Lionel Messi. Pero la afición madridista y sobretodo el presidente del club piensa lo contrario. Y es que Cristiano Ronaldo no tiene un reemplazo mediático importante ahora mismo. Florentino sabe que de irse su estrella, millones de fans lo harían con él, lo cual significaría menos ingresos, pero no menos goles. Me explico.
La Liga BBVA en España se considera como la mejor del mundo, y esto de alguna manera es cierto. De sus 20 equipos de Primera División, al menos 5 se mantienen cada año hasta las últimas instancias de competiciones europeas. De media tabla para abajo el nivel de los equipos es insufrible, y equipos como el Real Madrid y el Barcelona terminan por servirse con la cuchara grande cuando se enfrentan a conjuntos como el Espanyol, el Rayo Vallecano o Celta de Vigo, éstos por mencionar a los más recientes goleados por los de arriba.
En ninguna otra liga de alto nivel, CR7 -o cualquier otro jugador- podría anotarle tan fácilmente 8 goles a un equipo como lo hizo con el Espanyol, o los cuatro goles a los gallegos, vaya, el Real Madrid terminó por golear 10-2 a los de Vallecas, pero no pudo salir avante de su encuentro contra el Atlético de Madrid.
Más factible es que delanteros de élite como Luis Suárez o Robert Lewandowski -en el hipotético caso de que sea el reemplazo de CR7- puedan ser pichichis de la Liga Española jugando para FC Barcelona o para Real Madrid. Y es que, estos equipos están formados por jugadores de tanta calidad que con cierta facilidad logran poner de cara al gol a sus delanteros, eso y el nivel del contrario que contribuye a la causa.
Para muestra los números: el uruguayo Suárez a fecha de hoy tiene 26 goles contra los 27 del portugués en Liga, no es Messi el que le persigue como en otros años. Dada la oportunidad, un jugador que los blancos tienen en casa como Gareth Bale podría tomar la batuta goleadora, pero por ahora la sombra de Cristiano es demasiado espesa para que el galés brille por luz propia.
La Prensa
La prensa madridista, no confundir con la prensa de Madrid, le ha sabido sacar partido al "Mundo Cristiano". Periódicos como Marca y el Diario As, que a todas luces son afines al equipo blanco, diariamente dedican artículos al Real Madrid y en especial al portugués.
Haga bien o haga mal, su nombre sonará. No hay un solo día que Cristiano Ronaldo no aparezca en sus portadas o en alguno de los artículos internos, ya sea por aciertos, por errores, o por eventos sociales, o por un viaje a Marruecos, no importa el motivo, siempre dará la nota.
Lo importante del caso no es que el goleador del Real Madrid de la nota constantemente, lo ciertamente valorable es como la prensa más cercana a su entorno, en este caso la madridista, un día lo tiene encaramado en el pedestal más alto, y al siguiente, no.
Su relación se ha vuelto tóxica, al punto de tolerarse por una necesidad mutua, él, la de un contrato por cumplir, y el club, la de títulos por ganar.
Cristiano se ha expresado en múltiples ocasiones acerca de la prensa, y cuando lo ha hecho es para exponer sus molestias por lo que el considera un trato injusto, usualmente apuntando a que se "eche un ojo" a las estadísticas que lo avalan como el mejor de su equipo, algo que es cierto. El tema de la prensa deportiva española, y su continua venta de “humo” y sensacionalismo barato es para abordarse en un artículo aparte.
Amor y Odio
Goles son amores y Cristiano los mete por montón, y cuando no lo hace las criticas le caen como tormenta. Lo que haga el portugués en la cancha se discernirá con el bisturí mas fino, los hinchas y socios del club le harán saber su descontento.
Sus recientes declaraciones y posturas ya un poco descaradas hacia su propio público (señalándose la oreja despues de haber anotado un gol y estar recibiendo silbidos) le han puesto más que nunca en el ojo del huracán. La relación de Cristiano Ronaldo con el Real Madrid y su entorno se ha vuelto tóxica, al punto de tolerarse por una necesidad mutua, él, la de un contrato por cumplir, y el club, la de títulos por ganar.
Los silbidos y rechiflas en el estadio Santiago Bernabéu a sus propios jugadores tienen contrariados a propios y extraños. Mi lectura es que este descontento generalizado no es con los jugadores, sino con el club. De cualquier forma, este tipo de manifestaciones usualmente termina por perturbar al jugador más que apoyarlo, lo cual hace pensar que el cliente NO siempre tiene la razón.