Los 10 Mandamientos del Borracho Citadino
Eres Culpable de Alguno?
1. No conducirás.
Mientras más te atascas de alcohol “mejor conduces”, según tu lógica. De cada 100 accidentes, el 40 por ciento están relacionados con el alcohol, pero tú piensas que eres más hábil y carismático que “Checo” Pérez al volante. Hazte un favor, no empieces el año con el pie derecho porque te amputaron el izquierdo. No uses el coche.
2. No usarás el celular.
La fiesta se termina a las tres de la mañana y sigues con la pila al tope. Fácil, llamas y despiertas a tus amigos para seguirla y amaneces en la playa, o peor aún, resurge como el Ave Fénix el lado más trillado de Marga López alcoholizada… ¡Llamas a tu ex!. Obvio, se van al diablo siete meses de callar y mirar al cielo… ¡Y a volver a empezar!
3. No retarás a la autoridad.
Casualmente, al ingerir bebidas alcohólicas te brota el activista que todos llevamos dentro y te sientes dueño y señor de la verdad en materia legal. Los fines de semana son codiciados por la Policía por la cantidad de conductores ebrios que son infraccionados. Acertaste, en estado beodo es mejor que guardes tu distancia si aprecias tus dientes. Los guardianes del orden no te lo advertirán dos veces. Aquí también aplica el “Honrarás a tu padre y a tu madre”: Son los que te pueden sacar de la delegación.
4. No despotricarás.
Nuestro centro de control está alterado por completo y el cerebro recuerda todos los momentos que ha reprimido, olvidado y guardado durante años, por lo cual es natural que broten naturalmente y estúpidamente te dé por sincerarte y ponerte a contar “netas” con tus cuates. Te quiero ver al día siguiente con la cruda moral.
5. No desearás la mujer de tu prójimo.
El alcohol te hace percibir situaciones que no existen y jamás han existido. En tu mundo de elefantes rosas, la novia de tu amigo te tira el calzón y te sigue con mirada insistente. Un abrazo fraternal para tus pervertidos receptores mentales es casi el boleto a un acostón y claro, es posible que termines como consolación en un tugurio de mala muerte “viendo pelos”.
6. No robarás.
Es sumamente vergonzoso cuando descubren tu negro secreto: ocultas el alcohol de los demás para beber disimuladamente. Durante una inspección detallada en la casa de un fiestero o alcohólico, es común encontrar botellas de licor en los floreros, detrás de los sillones, o peor aún, cuando visitas la casa de un amigo y te encuentras tus vasos de cristal en su mesa o los ceniceros que tenías en tu casa. Nota: tampoco te lleves despichadamente a la boca los tragos de tus amigos.
7. No pronunciarás el nombre de Dios en vano.
Dice una frase: “¡Ay, Diosito si borracho te ofendí, en la cruda me sales debiendo!”. Cierto. También acostumbras blasfemar: “¡Te juro que no vuelvo a tomar!”. Ahórrate tus súplicas, sabemos que te la vas a curar con cerveza y Clamato.
8. No invitarás.
Nunca, pero nunca, salgas con una tarjeta de crédito a “chelear”. Es común que al calor de las copas y en buena onda acostumbras invitar la ronda completa a tus amigos. Felicidades, te han tomado la medida. No es casualidad que eres el único que conduce una chatarra del año del caldo y vistes mal. Ellos no despilfarran el dinero como tú.
9. No te convertirás en viral.
La súper pelea a golpes, “el hijo del papá”, Lady Caguamas y demás desfiguros no son obra de la casualidad, estaban alcoholizados. No es broma, la vida no volverá a ser igual después de aparecer en estado de ebriedad en un video viralizado. Olvídate del respeto y un empleo decente, has quedado marcado de por vida.
10. No lo negarás.
Seguramente te identificas con los puntos anteriores, pero lo niegas. ¿No me digas que tus amigos nunca te han pintado obscenidades en el rostro?...