Rafa Benítez: Chivo Expiatorio

Cuando un equipo de fútbol tiene problemas deportivos se reparten las culpas; 99% entrenador 1% jugadores, especialmente en clubs de alto calibre como el Real Madrid donde se protege a los jugadores que a fin de cuentas son los que venden playeras. Cuando los problemas van más allá de lo deportivo y de malos resultados, es precisamente en el Real Madrid donde no se sabe a quien “cortarle la cabeza”.

El Real Madrid pasa por situaciones “críticas” cada año. La prensa y el mismo club han elevado el valor de obtener (al menos) un título por año a tal grado que se desecha lo logrado durante el mismo si no llega a las vitrinas por lo menos un trofeo, la pérdida de puntos es imperdonable y la constante alusión a la frase "Este es el Real Madrid!", una frase hipotecada tanto por el aficionado como la prensa madridista que intenta poner las cosas en perspectiva cuando estas no van bien termina por desviar más el camino. Y es que, los rivales del Real Madrid no ganan, es el equipo merengue el que pierde, y bajo esa premisa se considera un fracaso cualquier descalabro por mínimo que sea.

El Club: Sin roles definidos

El Real Madrid fue nombrado el mejor club del siglo XX y realmente nadie pudo discutir eso. Es el club más laureado a nivel europeo con 10 trofeos de Copa de Europa y Champions League y aunque sin un estilo definido de juego, la fórmula de comprar a los mejores jugadores del mundo había rendido frutos, hasta ahora.

Este año 2015 ha sido caótico para los merengues, empezando por la destitución de Carlo Ancelotti, hasta la debacle del 0 - 4 vs el eterno rival F.C. Barcelona y la eliminación de la Copa del Rey por alineación indebida entre otras cosas, pero sin duda la partida del italiano fue el inicio del fin. Florentino Pérez tomó la decisión (equivocada) de destituirlo en favor del actual entrenador, la razón?, la falta de títulos supuestamente. La plantilla del equipo blanco es la misma hoy que cuando estaba Ancelotti pero el ritmo de juego no es el mismo y los resultados son menos favorables que la última temporada de Carletto. ¿Por qué?, por varias razones, la principal, el deseo intenso de Florentino de ser un todo y para todos.

Florentino: El todo para todos

Florentino funge como presidente y como director deportivo del Real Madrid, siendo esta última una posición que en tiempos recientes se ha hecho indispensable en el organigrama de los clubs de fútbol.

Usualmente, esta posición la ocupa un ex-futbolista, alguien con experiencia tanto en el campo como fuera del mismo. Su función principal es la de fichar jugadores, supervisar la tarea de los scouts para “ojear” a los jugadores que se consideren los más adecuados para el equipo, que se adapten a un (establecido) sistema de juego, que convivan bien con sus compañeros de equipo, y hasta evaluar factores como idioma, edad, lesiones previas, etc. Florentino es un excelente empresario, y su labor como presidente ha sido muy buena en lo económico, el club es el más redituable del mundo facturando hasta 600 millones de euros al año, pero es obvio que como director deportivo es tan bueno como yo hablando chino mandarín (nulo), porque como se dice “el que mucho abarca, poco aprieta”.

Pero hay que repartir bien las culpas…

Prensa: ¿Imparcialidad?

La prensa madridista por años ha usado al club como una máquina social y de entretenimiento. A sabiendas de que informar lo pura y estrictamente deportivo no deja la misma ganancia que mantener enganchado a un público consumidor de algo más que información. El chisme, la especulación y la polémica son prácticas que sabiendo explotarlas son bien remuneradas y periodistas deportivos como Josep Pedrerol, presentador del programa “Chiringuito de Jugones” transmitido en España (desde Madrid casualmente) han sabido usarlas al máximo.

Los jugadores ya no son simples deportistas, ahora son estrellas televisivas que dan más de que hablar fuera que dentro del campo. Porque en realidad lo que sucede en el campo por más trillado que se escuche, se queda en el campo, pero fuera de él hay que seguir vendiendo y para esto, el equipo de periodistas de el Chiringuito se “pinta solo”. Es una práctica común seguir a los jugadores hasta al baño si es posible y encontrarle polémica a lo más burdo e insignificante, todo por sacar la nota. La vida fuera del fútbol es ahora entretenimiento puro tal cual reality show.

¿Por qué es esto un problema?, lo es por una simple razón, los jugadores de fútbol (o de cualquier deporte a fin de cuentas) no necesitan de los medios como motor de empuje como si lo necesita un artista de cine o un cantante, el futbolista profesional tiene un salario fijo que no depende de su popularidad sino de su rendimiento en el terreno de juego y al entrar en el juego mediático termina por atender temas extra deportivos que al final del día merman sus capacidades futbolísticas y es aquí donde el círculo vicioso de la prensa se genera. Este tipo de “prensa deportiva” es parte del problema.

Benítez: El menos culpable

Reza un dicho mexicano “La culpa no es del indio sino del que lo hace compadre”, Florentino trajo a un buen entrenador a un club lleno de problemas que se tienen que solucionar de raíz y a final de cuentas el entrenador madrileño es el que terminará pagando los platos rotos, será el señalado y quemado por la prensa española hasta hacerlo ver como un mal director técnico no apto para equipos grandes, encontrar trabajo para este hombre va a ser tarea difícil. La prensa dice “los jugadores no lo escuchan”, o “los jugadores no le entienden”, pero ¿por que no habrían de hacerlo? si para eso les pagan!.