Reseña: “Spider-Man: Across the Spider-Verse” muestra esplendor del spider-verso
Seamos sinceros, “Spider-Man: Into the Spider-Verse” (“Spider-Man: Un nuevo universo”) fue la mejor película basada en cómics de la última década.
Con una animación fresca, traída directamente de las páginas de los cómics, “Into the Spider-Verse” apuntó un supercolisionador a todas las convenciones de las películas de superhéroes. La solemnidad estaba fuera. Atrás quedó también la idea de un elegido. Spider-Man podría ser cualquiera, incluido un adolescente de Brooklyn que pinta grafitis, o un cerdo llamado Spider-Ham. De repente, las posibilidades de una película basada en cómics eran ilimitadas. Con el sonido de “Sunflower” de Post Malone y Swae Lee, la vibra era, como dicen, inmaculada.
Así que dejó unos zapatos muy grandes que igualar. Cinco años después, el universo Spider o spider-verso todavía se está expandiendo de manera emocionante. “Spider-Man: Across the Spider-Verse” (“Spider-Man: A través del spider-verso”) es la rara secuela que deslumbra tanto como lo hizo la original. Es algo digno de contemplar. Los colores gotean, se invierten y salpican en un brillante remolino de arte pop.
Si “Into the Spider-Verse” se deleitó con la colisión de universos vertiginosos, “Across the Spider-Verse” acelera la licuadora del multiverso una velocidad, o 10. Los mundos se mezclan. Los Hombres Araña y las Mujeres Araña se chocan como coches de payasos. Esta película frenética y libre te desafía a seguir su ritmo vertiginoso, la gran cantidad de elementos que hay a cuadro puede ser casi abrumador.
Pero a pesar de todo lo que está pasando, “Across the Spider-Verse” se basa notablemente en una historia sobre el paso a la edad adulta. El estilo magistral de los guionistas y productores Phil Lord y Christopher Miller, quienes escribieron el guion con David Callaham, se basa en cómo detonan las convenciones y luego ensamblan los fragmentos para construir algo engañosamente dulce y simple.
El equipo de dirección ha sido cambiado completamente. Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson toman las riendas en este segundo capítulo, que encuentra a Miles Morales (interpretado en inglés por Shameik Moore) siendo ahora un joven de 15 años con un mejor manejo de sus poderes para combatir el crimen. Sin embargo, es menos hábil para comunicarse con sus padres, Jefferson (Brian Tyree Henry) y Rio (Luna Lauren Vélez), quienes aún no conocen la identidad secreta de su hijo y están cada vez más preocupados por su extraño comportamiento.
Problemas similares acosan a Gwen Stacy (Hailee Steinfeld), quien al revelarle a su padre, el capitán de policía George Stacy (Shea Whigham), que ella es Spider-Woman, ha causado una gran ruptura en su relación, pues él cree que ella es responsable de la muerte de Peter Parker.
Cuando Miles y Gwen se reencuentran y se pasean por Nueva York, no son tanto una pareja con superpoderes de araña y vínculos románticos, sino un par de adolescentes cuyos padres simplemente no los entienden. Cuando se sientan juntos, en la parte inferior de una cornisa en la Torre Williamsburgh Savings Bank, contemplando a Manhattan al revés, brumosa y azul en la distancia, la imagen encapsula perfectamente una franquicia cinematográfica electrizantemente de cabeza.
A su manera caótica y confusa, “Across the Spider-Verse” sigue jugando con estas nociones. Miles y Gwen se sienten excepcionales y que sus problemas son exclusivos de ser chicos enormemente dotados. Pero la película refuerza una y otra vez que, sí, tienen un talento supremo, pero no, están lejos de estar solos. “Soy Spider-Woman”, dice Gwen cuando una superheroína embarazada (Issa Rae) aparece en una motocicleta. “Yo también”, le responde.
Sin embargo, al ser una película del “spider-verso”, hay más algunos Spider-Man al acecho. En realidad, hay montones de ellos, cada uno de un mundo paralelo. Hay una Nueva York parecida a Bombay, una tierra de Lego y una realidad alternativa de pesadilla. Los portales comienzan a abrirse gracias a The Spot (Jason Schwartzman), un supervillano que parece una página en blanco manchada con tinta. Miles le pregunta si es una vaca o un dálmata.
Los poderes de Spot crecen, atrayendo la atención de la Sociedad Spider, un grupo de gente Spider que velan por el orden en el multiverso. Algunos de ellos son geniales, sobre todo el Spider-Punk de Daniel Kaluuya, un rockero británico que parece haber salido de The Clash. Otros, como el líder Miguel O’Hara (Oscar Isaac), son más serios y atormentados.
Cuando los mundos comienzan a colisionar, sus historias se alteran. Aparentemente, todo vale en estos multiversos, pero, según nos informa Miguel, hay un orden que debe ser obedecido. Ciertos acontecimientos fundamentales deben ocurrir, de alguna forma, para cada Spider-Man, incluido el sacrificio de un ser querido.
Cuando Miles prueba estos principios, provoca una batalla con grandes repercusiones en spider-verso. Para Lord y Miller, los creadores posmodernos de “The Lego Movie” (“La gran aventura Lego”) y “The Mitchells vs. The Machines” (“Los Mitchell contra las máquinas”), esta es una batalla que han estado librando durante toda su vida.
El peligro en todas estas dimensiones entrecruzadas es que ninguna realidad parece significar mucho. Al multiplicar exponencialmente mundos y seres Spider, “Across the Spider-Verse” corre el riesgo de volverse mareadora. Sin embargo, sorprendentemente, incluso conmovedoramente, se mantiene fiel a las emociones adolescentes en su esencia y a las relaciones entre padres e hijos que impulsan todas estas convulsiones del multiverso.
Es la primera película de Marvel que me hizo sentir pesar en el cine porque se había terminado. “Across the Spider-Verse” será una secuela en dos partes, y termina con un suspenso total previo a la tercera entrega. Que “Across the Spider-Verse” haya generado esa respuesta seguramente se debe en parte a su diseño vertiginoso, así como a su convicción de que dentro de todos nosotros hay multitudes. Como dice la directora de la secundaria de Miles Rachel Dratch: “Cada persona es un universo”.
“Spider-Man: Across the Spider-verse”, un estreno de Sony Pictures Animation, tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por algunos diálogos y elementos temáticos. Duración: 117 minutos. Tres estrellas y media de cuatro.
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Jake Coyle está en Twitter como: http://twitter.com/jakecoyleAP