Corea del Norte se acerca a los 2 millones de casos de COVID
SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Norte reportó el jueves 262.270 casos nuevos de personas con supuestos síntomas de COVID-19 en un momento en que su cifra de contagios se acerca a los 2 millones, una semana después de que el país admitió el brote y se apresuró a frenar el ritmo de las infecciones a pesar de la carencia de recursos sanitarios.
La nación también intenta evitar que su frágil economía se deteriore, pero el brote podría ser peor de lo que se ha reportado de manera oficial debido a los escasos recursos para efectuar pruebas diagnósticas del virus y a la posibilidad de que el gobierno norcoreano pudiera estar reportando deliberadamente menos muertes a las reales con tal de suavizar el impacto político sobre el líder Kim Jong Un.
La entidad norcoreana encargada de combatir el virus reportó un único fallecimiento, lo que eleva la cifra total a 63, un número que según los expertos es anormalmente bajo en comparación con el presunto número de infecciones.
La Agencia Central de Noticias de Corea reportó que más de 1,98 millones de personas han enfermado con síntomas febriles desde finales de abril. Se cree que la mayoría padecen COVID, aunque solo se ha confirmado un pequeño número de casos de la variante ómicron. Al menos 740.160 personas están en cuarentena, agregó la agencia noticiosa estatal.
El brote norcoreano se produce en medio de una provocadora serie de exhibiciones armamentísticas, que incluyó su primera prueba con un misil balístico intercontinental en casi cinco años en marzo. Los expertos no creen que el episodio de COVID-19 vaya a frenar la campaña con la que Kim busca presionar a Estados Unidos para que acepte la idea de que el país es una potencia nuclear y negociar concesiones económicas y de seguridad desde una posición de fuerza.
La agencia de espionaje de Corea del Sur dijo a legisladores el jueves que el Norte está a punto de terminar los preparativos para un ensayo nuclear, que sería el séptimo de su historia y el primero desde 2017, y solo le queda por determinar el momento, según diputados presentes en la sesión informativa celebrada a puerta cerrada.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó el miércoles que la inteligencia estadounidense muestra que existe una “posibilidad genuina” de que Pyongyang realice otro test con misiles balísticos o una prueba nuclear en torno a la visita del presidente, Joe Biden, a Corea del Sur y Japón que empieza a finales de esta semana.
Tras sostener una afirmación discutible de que había mantenido el virus fuera del país durante dos años y medio, Corea del Norte reconoció sus primeros contagios de COVID-19 el jueves de la semana pasada, diciendo que las pruebas realizadas a un número indeterminado de personas en la capital Pyongyang mostraban que estaban infectadas con la variante ómicron del coronavirus.
Kim ha dicho que el brote es un “gran trastorno” y ha impuesto lo que el país dijo son medidas preventivas máximas que restringen estrictamente el movimiento de personas y suministros entre ciudades y regiones.
Las autoridades han movilizó a más de un millón de trabajadores para encontrar y poner en cuarentena a las personas con fiebre y otros presuntos síntomas de COVID-19 y ordenaron que miles de soldados ayuden a transportar los medicamentos en Pyongyang.
Las imágenes publicadas en medios estatales mostraban a trabajadores sanitarios, equipados con trajes de protección, vigilando las calles desiertas de la capital, desinfectando edificios y calzadas y repartiendo comida y otros suministros en bloques de apartamentos.
A pesar del gran número de contagios y de los esfuerzos para frenar el brote, la prensa estatal reportó que grandes grupos de trabajadores seguían acudiendo a granjas, minas, centrales eléctricas y obras. Los expertos afirman que la nación no puede permitirse un confinamiento que frene la producción en una economía ya quebrada por la mala gestión, las asfixiantes sanciones internacionales por las ambiciones nucleares de Kim y el cierre fronterizo decretado tras el inicio de la pandemia.
Aunque el Norte afirma que más de 1,2 millones de personas se han recuperado ya de la enfermedad, está claro que las autoridades se están limitando a dar el alta a los internados en los centros de cuarentena una vez que la fiebre remite, señaló el legislador surcoreano Ha Tae-keung, que atribuyó la información a la reunión de inteligencia. Aunque la hermética nación carece de equipos médicos, si parece tener termómetros suficientes para medir la temperatura, probablemente importados de China, añadió.